Tierra de Hombres

12 abril, 2009

Conversiones y otros cuentos...

Siempre he sentido interés por otras religiones. He leido el Corán, he leido sobre la Torà (la verdad que el texto no me lo he leido), y sobre otras minoritarias como el Hinduismo.

Pero algo que nunca he entendido, son las conversiones, y menos en el caso de auténticos radicales que de repente un día se despiertan y han visto a Dios, Alá o Yahvé.

Oteando el Youtube, he encontrado un número importante de vídeos de cristianos que han visto "la luz" en el Islam, y viceversa, musulmanes que han visto la misma luz en el cristianismo, y me he puesto a pensar el por qué de estos cambios.

Yo soy católica, y aunque a día de hoy me siento muy alejada del Vaticano y lo que como tal representa, porque no comparto muchas de sus expresiones o actos (ejemplo, excomulgar a unos padres por dejar que su hija de 9 años violada por su tío en Brasil abortara siguiendo consejos médicos), no me imagino levantándome mañana por la mañana liándome un pañuelo a la cabeza para gritar desaforada "Allah Akbar!!" (Alá es grande!).

¿Puede ser que a día de hoy, desconozcamos tanto de religión que las dudas nos lleven a zigzaguear y coquetear con más de una? Bien es cierto que la parte más importante de toda creencia es la que heredamos del entorno familiar, y si naces en una familia cristiana, tienes todas las papeletas de creer en Dios (bueno, o de no creer en nada, que también son modas y ahora eso del ateismo se lleva mucho), así como si naces en Arabia Saudí tienes todas las papeletas de creer en Alá, Mojamé y lo grandes y misericordiosos que son ambos (bajo pena de muerte).

Pero, ¿por qué se decide la gente a cambiar de religión? En la mayoría de los casos, hablan de insatisfacción en sus vidas, de que no encontraban lo que necesitaban y que, tras ver la luz, ya han sido satisfechas todas sus preguntas y deseos, pero, yo lo dudo. Lo dudo porque como católica, he leido la Biblia y me he cuestionado cosas, evidentemente. No soy una católica cerril que defiende sin razonar, simplemente creo en la Biblia como un libro de orientación espiritual, y no como un diario de vida a seguir palabra por palabra, y eso me ha llevado a sonreir ante algunas expresiones, así como a apuntarme muchas otras como leyes de vida.

Creo que el camino que siguen todas las sociedades del mundo, o todas las religiones, nos lleva a ver la religión como algo poco trascendental, hasta el punto de cambiarnos de bando a la más mínima. De hecho, no conozco a ningún creyente de ninguna religión que no haya pecado (y si bien los cristianos ganamos en esto por goleada, los musulmanes no se quedan cortos en falsedad y doble rasero, sobre todo respecto al sexo).

Sinceramente, creo que deberíamos tomarnos las cosas más en serio, sobre todo algo tan importante como la religión. Creo que es perfectamente posible la interrelación entre religiones, que un musulmán y una cristiana pueden ser felices y tener hijos que en el futuro conozcan ambas religiones y elijan (quizás en principio suena un poco utópico, pero hay casos; lo único es que hay que tener las cosas muy claras antes de comenzarlo todo). Pero también creo que el número creciente de conversiones está perjudicando las religiones, ya que, al igual que pasa con el nacionalismo que los hijos de los foráneos son los más radicales, en las conversiones estos nuevos creyentes son los que más saben, pero se limitan a defender un Corán que entienden a su manera, leido palabra por palabra, o una Biblia igualmente leida palabra por palabra, y se saltan el paso del tiempo que ha hecho evolucionar ambas religiones.

Estamos retrocediendo en el tiempo, sobre todo en el caso del Islam, donde el uso del Hijab (pañuelo que las mujeres llevan en la cabeza para ocultar tanto su pelo como su cuello) está creciendo, e incluso la "abaya", ese vestido negro que sólo deja ver los ojos de las mujeres y que es uniforme nacional en Arabia Saudí.

Creo que la interrelación entre religiones debe tomarse como una cogida de manos para continuar camino, y no como una competición para ver quién es más estúpido. Debemos poner un poco de sensatez en nuestros esfuerzos por continuar, y desde luego, en todas las religiones deberíamos entendernos más y estudiar más aquello a lo que pertenecemos.