A new day is born... y hoy te toca celebrar que ha pasado otro año en tu vida.

Tal día como hoy, hace unos cuantos años, en una maravillosa ciudad de España, donde su Catedral se eleva hacia el cielo, te tocó ver la luz del mundo. De este mundo, de esta época que te ha tocado vivir. Se que no nos conocemos hace mucho tiempo, pero desde luego, siempre es el suficiente para ir conociendo a una persona que me ha ido abriendo su alma, su corazón, y de quien se que siempre estará cerca en muchos sentidos de la vida. No será uno de esos sentidos la distancia, al menos en la situación actual, pero desde luego nadie me podía decir cuando hablé por primera vez con esta persona que ibamos a poder comentar tantas cosas. Si, por supuesto, hasta las moscas me da que son capaces de hablar del tiempo, de lo verdes que son (o al menos que eran) los campos del norte de este maravilloso país que tanto a ella como a mi nos vió nacer: ESPAÑA. Y lo escribo en mayúsculas porque se que para los dos es un orgullo el haber nacido aquí.

No, no es una crítica, ni un cuento lo que aquí te dejo escrito, querida amiga. Hay tiempos buenos, y tiempos malos. Todos vivimos unos cuantos de los dos, pero desde luego, de lo que no me cabe la más mínima duda, es que cuando toca de los segundos, vas a estar ahí para animarme, para hacerme reir, o para lo que toque en ese momento.

En el momento en el que leas esto, me imagino que andarás recuperandote de una larga noche. Espero que haya sido fructífera, y que la hayas disfrutado a tope.

Un beso enorme, petarda, acompañada de otro abrazo igual de grande, o más. Y no solo es que me sienta mimosín, es que te los mereces todos.

Cuidaté, y se felíz. Te lo mereces