Tierra de Hombres

28 junio, 2006

Adiós...

No es un adiós, sino un descanso. Llega además en el momento oportuno, tanto desgaste mental hace que a veces agotemos nuestras fuerzas, perdamos un poco el rumbo y no sepamos ya no sólo dónde estamos, sino hacia dónde vamos... y no sabría decir qué es lo más importante de todo esto.

Es difícil a veces ir avanzando, y más cuando además de tus cargas personales y emocionales, vas añadiendo cargas que ni siquiera te pertenecen, pero lo haces, sin más, y tratas de seguir.

A veces tienes más ganas, o más fuerzas, o no se, simplemente lo haces... luchas. Pero hay otras que cada vez que tratas de levantar la espada, subirla alto para plantar batalla al momento, algo hace que la espada resbale de tus manos, caiga al suelo, rebote... y cómo no, algo que pasa con tantas cosas que caen al suelo, te haga daño en el pie.

Mi espada se rompió ayer. No se cómo explicarlo, porque la tenía tan bien cuidada... era preciosa y me hacía sentir segura. La levanté de madrugada, y la mantuve en alto un buen rato... después la volví a levantar por la tarde... pero se me caía, tuve que sostenerla con las dos manos. Pero, por la noche, se cayó sobre mi pie. Aún me duele. Además, iba descalza, por cosas de la comodidad, me había quitado esos horrendos zapatos metálicos que tenemos que llevar las caballeras en la guerra. Y eso ha hecho que duela más. Mucho más.

Se que tengo que recoger la espada, perfectamente, pero ahora mismo no tengo ganas. Creo que esperaré a que otros me ayuden, y si no llega esa ayuda, cambiaré de profesión, y de caballera, me pasaré a novicia definitivamente, lo cual no deja de ser una buena, o más que buena salida.

Esa espada sigue ahí, sobre mi pie.

Unos días sin lucha no me vendrán mal.

Así que nos vemos... leemos... o simplemente...

adiós

Adiós

Letra: Alberto Plaza
Música: Alberto Plaza

Me despedí del vientre
y ya enfrenté el primer dolor
y luego a la niñez
sin darme cuenta dije adiós
y hasta la juventud
salió al balcón
con un pañuelo
Dije adiós a mi padre
que entre mis brazos se marchó
adiós a los domingos
de guitarra y de canción
¡qué difícil se me hace
cada nueva despedida!

Adiós, adiós
algo muere al decir adiós
un desgarro en el alma
un llanto oculto, un dolor
una pena en el corazón

Adiós a la inocencia
al sueño de un mundo mejor
los besos de verano
frente al mar y bajo el sol
me llena de nostalgia
cada nueva despedida

Detrás de una amistad
siempre se esconde un nuevo adiós
atento nos vigila
agazapado en un rincón
me llena de nostalgia
cada nueva despedida

Adiós, adiós
aún no aprendo a decir adiós
que te vaya muy bien
nos volveremos a ver
¡qué difícil decir adiós!

Adiós, adiós
algo muere al decir adiós
un desgarro en el alma
un llanto oculto, un dolor
una pena en el corazón

Adiós, adiós
algo muere al decir adiós
un desgarro en el alma
un llanto oculto, un dolor
una pena en el corazón

Adiós, adiós
aún no aprendo a decir adiós
que te vaya muy bien
nos volveremos a ver
¡qué difícil decir adiós!

Adiós, adiós
algo muere al decir adiós
un desgarro en el alma
un llanto oculto, un dolor
una pena en el corazón

Adiós




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