08 abril, 2006
Siempre
Sí, así es. Siempre hay sitio.
Son los milagros del corazón.
Piensas que tras la última fractura,
esa que te llevó a vendarlo fuerte,
esa que te obligó a vendar sus ojos,
sus oidos,
sus manos,
su nariz...
que tras eso, ese corazón no volverá a liberarse,
y conseguirás acallarlo,
arrinconarlo,
olvidarlo...
Y de repente...
Siempre. Claro que siempre.
Sería absurdo negar la evidencia.
¿Quién le pone rejas al corazón?
¿Dónde se encarcelan sentimientos?
¡Ah! Seré absurda. Y pensé que lo conseguiría.
Siempre. Como siempre.
Parecía que estaba apretado.
No había mucho espacio.
Dolía cada vez que algo más se inmiscuía,
tratando de ocupar su parcelita,
pero finalmente lo conseguía...
Y ahora, no es una parcelita.
¿Cómo lo haces?
Como si fuera un león,
un león domado...
salta... salta... salta...
Pasa por el aro.
¿Qué me haces?
O mejor...
¡¡qué me haces!!
O mejor aún...
¿cómo lo haces?
Salta... salta... salta...
Siempre... siempre... siempre...
Líbreme la primavera de la tristeza,
líbrenme las flores del dolor,
líbreme el amor de la melancolía,
y todo ello, libéreme el corazón.
Ese corazón que...
salta... salta... salta...
siempre... siempre... siempre...
Espero que seas un buen domador.
P.
Son los milagros del corazón.
Piensas que tras la última fractura,
esa que te llevó a vendarlo fuerte,
esa que te obligó a vendar sus ojos,
sus oidos,
sus manos,
su nariz...
que tras eso, ese corazón no volverá a liberarse,
y conseguirás acallarlo,
arrinconarlo,
olvidarlo...
Y de repente...
Siempre. Claro que siempre.
Sería absurdo negar la evidencia.
¿Quién le pone rejas al corazón?
¿Dónde se encarcelan sentimientos?
¡Ah! Seré absurda. Y pensé que lo conseguiría.
Siempre. Como siempre.
Parecía que estaba apretado.
No había mucho espacio.
Dolía cada vez que algo más se inmiscuía,
tratando de ocupar su parcelita,
pero finalmente lo conseguía...
Y ahora, no es una parcelita.
¿Cómo lo haces?
Como si fuera un león,
un león domado...
salta... salta... salta...
Pasa por el aro.
¿Qué me haces?
O mejor...
¡¡qué me haces!!
O mejor aún...
¿cómo lo haces?
Salta... salta... salta...
Siempre... siempre... siempre...
Líbreme la primavera de la tristeza,
líbrenme las flores del dolor,
líbreme el amor de la melancolía,
y todo ello, libéreme el corazón.
Ese corazón que...
salta... salta... salta...
siempre... siempre... siempre...
Espero que seas un buen domador.
P.
Escrito por Pasota, 9:19:00 p. m.
2 Comentarios:
Comentado por Anónimo, lunes, abril 17, 2006 4:21:00 p. m.
Jajaja!!!!
Pues... niña, de momento andamos en la discusión de quien es más valiente. Yo soy leonesa, pero no leona... así que de valentía ando algo justita. A ver él si se lanza... pero no como un tigre... jajaja.
Ya veremos el próximo capítulo ;-)
Besotes wapetona :-)
Pues... niña, de momento andamos en la discusión de quien es más valiente. Yo soy leonesa, pero no leona... así que de valentía ando algo justita. A ver él si se lanza... pero no como un tigre... jajaja.
Ya veremos el próximo capítulo ;-)
Besotes wapetona :-)
Muackssssss rewapa!!!! y dile al tigre que se lance que nos tiene en ascuas ;P