Hoy es un día aciago para España. Llevamos muchos de estos, ya son muchos golpes, pero tras leer esto, tengo la impresión de que poco vamos a poder hacer. En Libertad Digital aparece la siguiente noticia:

El Gobierno, después de años de negociación con ETA, después de que se supiera la noticia de la salida de un 9% de los etarras en la cárcel a lo largo de éste año 2006 (¡Dios mío!), ha mirado de nuevo a las víctimas para preguntarles hasta dónde aguantarán. ¿Les importa acaso? ¿Si las víctimas dicen no a la negociación, borrarán todo lo hecho hasta ahora? ¿De verdad van a hacerles caso?

Esa treta del actual gobierno, totalitario y sectario sólo preocupado por su propio beneficio, ya está más que usada. Recibe a Rajoy, y no le dice nada. Recibe a los familiares de Guadalajara, y no les dice nada.

Recibir, prometer, olvidar. Recibir, prometer, olvidar. Recibir, prometer, olvidar...

Ese es el sistema de Gobierno utilizado hasta ahora, a pesar de lo dañino que está siendo para la convivencia nacional, y para el funcionamiento estatal.

Recibir, prometer, olvidar.

Ahora miran a las víctimas, porque saben que ellas son las que tienen el apoyo, ellas son las que han perdido.

Estamos en un momento tan esperpéntico, indescriptible, surrealista, que todo, por lo visto, es susceptible de ser interpretado. Si los políticos catalanes quieren incluir el término nación, que lo hagan, no va contra la Constitución, aunque en la Constitución lo reserve únicamente para España. Eso no importa, lo reinterpretamos.

Si en la Constitución pone que el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio, lo reinterpretamos y decimos que no entre ellos, que puede ser con personas del mismo sexo, pero a ver, si los islamistas nos vienen exigiendo la legalización de la poligamia, quien les dice que las reinterpretaciones las marcamos nosotros, y eso no nos da la gana reinterpretarlo así.

Que el Código Penal permite, en ciertos casos, unir varias penas en una sóla, lo hacemos con los terroristas: da lo mismo que a Henry Parot le salga cada asesinato por 82 días de cárcel, o a otros por 100 y algo...., estamos reinterpretando la justicia, y si conviene que Henry Parot salga de la cárcel pronto para "dar solución al conflicto" (INFAMIA), se hace.

El otro día escuché en la tertulia de la Brújula de Onda Cero a Antonio Casado hablando sobre todos estos temas: él defendía que era legal unificar penas y adelantar la salida de los presos, y cuando todos se le echaron encima para hacerle notar la diferencia entre lo legal y lo justo, él salió por peteneras, con un "bueno, el PP va bien en las encuestas, si gana en el 2008 que lo enmiende".

¿Estamos en ese punto? ¿Tenemos que permitir todo al PSOE, a la espera de que el PP gane en las próximas elecciones y "lo enmiende"? ¿Qué culpa tendría el PP en todo caso, para cargarle con ese trabajo? Estatutos, PHN (cada día más urgentes: embalses que normalmente deberían estar al 70-80%, no llegan al 50%), LOE, ETA, ...? ¿En qué nos están convirtiendo?

Yo no quiero que sea el PP el que solucione estos temas, si la mayor parte de España eligió a Zapatero de presidente, quiero que les responda con su esfuerzo y su trabajo, gobernando para todos y de forma racional. Y no lo está haciendo. Me parece perfecto el fatalismo resignado de algunos: bueno, es que no podemos hacer nada... ¿no? ¿No es nuestro país? ¿No tenemos derechos? ¿El voto es una carta blanca? ¿Y todas las promesas?

El otro día, Blanco habló como lo miserable que es, diciendo que a Rajoy lo que le pasaba es que echaba de menos víctimas. Sr. Blanco, no podemos echarlas de menos, porque tenemos miles de ellas, casi 1000 muertas, y miles heridas o familiares. ¿Echar de menos víctimas?

El año pasado, fui a Madrid a la manifestación de la AVT del 4 de junio. Fui sola, no quería meter a nadie y había mucho miedo. Mi familia de allí se pasaron todo el fin de semana intentando convencerme para no ir: mira lo que pasó en enero, que es peligroso, quédate en casa, ... pero iba a eso.

Cogí a media tarde el cercanías para ir a Madrid, y poco a poco me fui acercando a la manifestación. La gente llevaba horas esperando. No se siquiera cuántos seríamos.... muchos... y un helicóptero vigilando, supongo que por si aparecía Bono o algún otro ministro y tenían que ayudarle ante nuevas "agresiones".

Este es el poder que nosotros tenemos: el poder de la palabra, y sobre todo, el de la libertad. Nuestra libertad no es una libertad sesgada o parcial, sino que es total, siempre que parta del respeto por la vida.

Respetar la vida supone, ineludiblemente, respetar que exista esa vida. Yo no puedo respetar a una persona que ha matado a casi 100 personas, como Henry Parot, y los casi 5000 años de cárcel que le tocan, me parecen incluso pocos.

Madres que han perdido a sus hijos.

Hijos que han perdido a sus padres.

Niños.

Abuelos.

...

Esto no es un ejército revolucionario, ni luchar por un ideal, ni defienden absolutamente nada. Nos engañan, se autolegitiman, recurren una y otra vez a Franco como leit motiv de su nacimiento... No. No existe legitimación al asesinato. Franco ha muerto.

Nuestro Gobierno sectario, utopista, liberticida, o como se le quiera denominar, tiene un problema, y es su creencia, aunque lo tratan inútilmente de ocultar, el la denominada REVOLUCIÓN: sí, esa revolución del puño en alto, la revolución cubana, o bolivariana, o china, o rusa en su día, etc. Esa revolución supuestamente comunista que luchar, también supuestamente, por la liberación de los pueblos de las garras de sus opresores, esa liberación que pone a los obreros por encima de los empresarios, siendo tan injustos como los que hacen el acto contrario. Esa revolución que esgrime la igualdad, y maquilla su totalitarismo en actos como los repartos de miles de ollas exprés entre las familias cubanas (Castro did it).

Ese es el verdadero problema de Zapatero: creció leyendo la revista Negaciones, a Marx, a Lenin, a Stalin. Creció escuchando batallitas tendenciosas sobre la Guerra Civil, y la farsa sobre su abuelo donde se le ponía como héroe republicano, y no como víctima de los propios republicanos (le mataron porque un asesino, buscado por el ejército franquista porque había matado a muchísimas personas, violado, robado, etc., al ser detenido acusó al abuelo de Zapatero de sus propios crímenes, y los franquistas ajusticiaron al abuelo de Rodríguez pensando que era el culpable). Esa es la realidad de Zapatero. Su utopía y sectarismo están por encima de su sentido democrático.

Para él, la tolerancia no es afrontar la discrepancia, sino simplemente escuchar a la gente que sabes que te va a bailar el agua. No le gustan las discrepancias, y cree que sus ideas, las que tiene, están por encima de las que pueda tener el resto: él sabe lo que hay que hacer. Y punto. No ha lugar a alternativas.

Zapatero anhela un régimen como el cubano, donde Castro es D*os, es el Supremo Poder, y es quien toma decisiones, quita y da, y controla la vida diaria de todos sus "súbditos". Nuestra izquierda, que tanto luchó contra las monarquías absolutistas, o al menos es lo que ponen en sus biografías (bien aderezadas con emotivos slogans aludiendo a la utopía como posible, la juventud como de izquierdas, etc.), se revela a cada paso como simple envidiosa del poder, y es por ello que en cuanto puede, lo asume todo.

Son tantas... tantas....

Pero por una cosa, yo no paso: las víctimas.

Esas fotografías las volví a ver esta mañana. Casi se me saltaban las lágrimas recordándolas.

Son muchas víctimas, todos, en cierta medida, somos víctimas: a todos nos mataron un poco, cuando le dieron a Miguel Ángel Blanco el tiro en la nuca. También con el resto de los asesinatos, pero especialmente ese, que fue el más cruel, a mi juicio, de todos, porque nos tuvieron varios días suplicando por su vida.

Esa es la realidad de ETA, y no una utópica lucha libertaria.

Pensé que jamás caería tan bajo como algunos cayeron hace dos años, culpando a un Gobierno de un atentado terrorista. Pero cada día lo tengo más claro: si ETA mata, la culpa no será del Gobierno, pero sí habrá sido cómplice con sus excusas y sus negociaciones.

Eso sí: si los etarras que salgan de la cárcel en estos años gracias a los beneficios penitenciarios que el Gobierno les concede, vuelven a matar, ahí sí que habrá que exigir responsabilidades al Gobierno y a su brazo "legal", Conde Pumpido.

Ninguno de los dos casos sería entendido en España. D*os nos libre de sufrirlos, porque no se qué pasaría.