Tierra de Hombres

24 enero, 2006

Manifiesto contra la República: en defensa de la Monarquía

Me han enviado ésto, sabiendo que lo iba a criticar punto por punto (¿acaso sea una provocación? Y como callada, ni debajo del agua Image hosting by Photobucket, pues ahí va. Punto por punto, en defensa de la Monarquía:

ARTÍCULO "CONTRA LA MONARQUÍA" [Jaume D´Urgell]
1. ¿Es legítimo el puesto de trabajo del ciudadano Juan Carlos Borbón?

No, porque fue designado por un delincuente, y su posterior refrendo popular se desarrolló bajo un ambiente general de miedo a un nuevo golpe de Estado.
Además, no había posibilidad de votar un texto alternativo al oficial. Por otra parte, no podemos olvidar por que su condición persona armada, el ciudadano Juan Carlos Borbón debería mantenerse alejado de la política.
Falso. El Rey, Don Juan Carlos I, fue elegido por referéndum en el año 1978, al ser elegida la Constitución democrática por los españoles. Pretender decir que no se le votó junto con la Constitución, y que si se hizo fue por miedo, es reducir la verdad a un simple "si lo votaron fue porque no les quedó otro remedio". Podrían haberse abstenido, puesto que en España el voto no era obligatorio, o haber votado en contra, es más, podrían haberse manifestado públicamente contra el Rey. Ninguna de esas cosas ocurrió. El Rey fue recibido por el pueblo. Además, decir que el que le puso ahí fue Franco también es injusto, puesto que posteriormente, el pueblo le dió su aprobación, y él mismo negó los poderes que el propio Franco le otorgaba, cambiando una monarquía absolutista por una parlamentaria donde renunciaba a casi todo el poder.
2. ¿Es el ciudadano Juan Carlos Borbón nuestro “mejor embajador”?
No, porque una persona ajena al gobierno electo no debería inmiscuirse en los asuntos del Estado; además, se debe evitar que los mandatarios de otros países duden acerca de que es el interlocutor válido para relacionarse con España.
Sí, porque es la persona mejor cualificada para entender España, y defenderla en el extranjero. Es una persona que ha sido instruida en las costumbres de cada país, y con unos conocimientos de diplomacia mucho más elevados que cualquier otra persona designada al uso por cualquier partido político, sea el que sea, por no hablar de que gracias a sus lazos consanguíneos con otras casas reales europeas, así como otros lazos de amistad, ha conseguido interceder por nuestro país en múltiples ocasiones y en todas ellas de manera satisfactoria.

Por otra parte, pretender que España se reduzca a ser representada por los políticos de turno nos implicaría un grave problema, en el sentido que las divisiones políticas nos impedirían reconocernos en la figura de nuestros representantes, mientras que el Rey, al ser ajeno a cuestiones políticas, y ser el representante del Estado, es común a toda la población, sea cual sea su filiación.
3. ¿Es verdad que el ciudadano Juan Carlos Borbón apenas tiene poder?
No, según el apartado “h” del Artículo 62 de la Constitución Española de 1978, Corresponde al rey: “El mando supremo de las Fuerzas Armadas”. De lo cual cabe interpretar que en España, esa figura vitalicia y hereditaria ejerce el poder de un modo completamente discrecional. En cualquier momento, se puede decretar el estado de sitio o excepción, y hacer uso de la fuerza del Estado, que más allá de toda legitimidad y representación, descansa en la amenaza del uso de la fuerza.
Falso. También en otros artículos de la Constitución, se obliga al Rey a permanecer leal al Gobierno, con lo cual, la hipótesis planteada significaría ni más ni menos que un golpe de Estado militar a manos del Rey, lo cual, no es que sea improbable, es que es imposibible.

La Constitución lo único que le reserva al Rey es el poder de mandar sobre las Fuerzas Armadas a las órdenes del Gobierno, sin más, en ningún caso se le concede la posibilidad de "ir por libre" y ordenar acciones al margen de la legalidad. Además, en casos como el Golpe de Estado del 23-F, ha sido más que constatable que la figura del Rey, y el poder concedido en nuestra Constitución sobre las Fuerzas Armadas, han sido la salvación de la democracia.

Descalificar al Rey de esa manera es incluso una grosería.
4. ¿Es cierto que el ciudadano Juan Carlos Borbón resulta barato al Estado?

No, solo durante 2006, mantener al ciudadano Juan Carlos Borbón y su prole, supondrá para las arcas del Estado un gasto de 8.048.510 Euros, según consta en el epígrafe 911M, de la página 42998, del Boletín Oficial del Estado número 312, publicado el viernes, 30 de diciembre de 2005, en el que se hace pública la aprobación de la Ley 30/2005, de 29 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2006 (firmada, por cierto, por él mismo, si bien cuenta con el refrendo de la firma del Presidente del Gobierno).
Criticar a la Istitución Monárquica porque cuesta 8 millones de €, cuando la presidencia del Gobierno cuesta más de 41 millones de €, es algo más que absurdo. Sobre todo teniendo en cuenta que todo lo que al Rey le pertenecía por herencia, palacios, joyas, muebles, tapices, cuadros, etc., ha sido entregado a Patrimonio Nacional para ser gestionado por el Estado de manera que recibimos réditos económicos de ello. A mí me parece más grave que se utilice tantísimo dineron con fines políticos, y sobre todo, que sólo en un apartado denominado "Cobertura Informativa" se gaste el doble de lo que nos cuesta a todos el Rey y su prole. Me gustaría saber a qué se refiere ese apartado.

Además, teniendo en cuenta que la mayor parte de los trabajadores de las Instituciones electas están metidas a dedo, y no por cualificación, siempre da gusto que en la Casa del Rey se realicen elecciones por méritos y capacidades. Por lo menos, no es tan corrupta como los políticos.

Recomiendo encarecidamente la lectura de los presupuestos: me han hecho ser más monárquica de lo que era (y era difícil).


5. Pero ¿no es cierto que tener una República sería más costoso?

Es de suponer que una República implicaría cambios muy claros en cuanto a las altas instituciones del Estado: primero, la desaparición de la Casa del Rey y todo lo que ello implica; segundo, la creación de la Presidencia de la República; y tercero, un cambio en la denominación de lo que hasta ahora viene siendo la Presidencia del Gobierno, que pasaría a llamarse Oficina de la Primera Ministra o del Primer Ministro. Aventurar con precisión el impacto presupuestario de dichos cambios no parece algo fácil de hacer, pero... aunque el escenario resultante fuera algo más caro… ¿qué persona honrada mantendría una forma de gobierno antidemocrática, sólo porque resultara más económica?
Constatación evidente de la total falta de argumentos: en un punto, aluden lo mucho que nos cuesta la monarquía como argumento para eliminarla, y al siguiente admiten veladamente que es muy posible que la República costase más. Si tenemos en cuenta lo que nos cuesta la Presidencia del Gobierno, es de suponer que los gastos de una Jefatura de Estado sean parejos. Para entendernos: una burrada. Pero está bien que los mismos republicanos empiecen a admitir que el problema no es el dinero.

La frase: ¿qué persona honrada mantendría una forma de gobierno antidemocrática, sólo porque resultara más económica? , me resulta de lo más demagógica. No es antidemocrática si ha sido aprobada por la población. De hecho, las voces que piden su abolición son mínimas. Eso sí, son muy gritonas. Lo que sí es pre-democrático es la bandera republicana, por ejemplo, ya que al no estar reconocida por nuestra Constitución, es ilegal. Pero no se detiene a nadie por llevarla. Es tan inconstitucional como la del aguilucho franquista (relájate, si lees esto. Te puede doler, pero no dejará de ser cierto: la tricolor nos duró 3 años, la rojigualda la tenemos desde hace siglos. Deja de insultar con el pensamiento Image hosting by Photobucket ).
6. ¿Qué beneficio aporta a España el cargo del ciudadano Juan Carlos Borbón?

Ninguno. La supuesta estabilidad es más bien el tradicional inmovilismo de los sistemas totalitarios, y por respeto al pueblo, debería ser solo éste, a través de las urnas, quien ejerciera de árbitro de todos los poderes públicos.
Todo. Teniendo en cuenta que en los dos perídos históricos que ha habido República en España, hemos terminado en guerra, y que ahora mismo la división social de España va en aumento, y los radicalismos políticos a la par, creo que la Institución Monárquica, y con ello, la sensación de que aún queda un elemento al margen de la política, es más importante que nunca.

Negar que la monarquía proporciona a los habitantes una sensación de estabilidad es negar una evidencia, ya que la Monarquía es la que está presente en los actos superiores del Estado, esté quien esté en el Gobierno. Está cuando hay fiestas, como el día de la Hispanidad, y cuando hay desgracias, como el funeral por los asesinados el 11-M. Y en todas las ocasiones, juega un papel fundamental, al margen del politiqueo reinante.
7. ¿Son izquierdistas quienes defienden la República Española?

No, puesto permitir que sea la ciudadanía quien elija a la persona que ostente la máxima representación del Estado, no beneficia ni perjudica las fuerzas de tipo conservador, ni a los partidos socialdemócratas, ni a los nacionalistas, ni siquiera a los ecologistas u otros que hoy por hoy, son extraparlamentarios.
Dudo mucho que el ser o no izquierdista dependa de si se es o no monárquico. Querer despreciar a una persona que se considere de "izquierdas" por ser monárquico, creo que no es más que un signo de sectarismo interno dentro de la propia banda zurda. Sinceramente, igual que no me parece incompatible un ecologista de derechas, y los hay, tampoco veo por qué debería ser incompatible monarquía e izquierda. Todo es susceptible de matices, y creo que el ser de izquierdas, evidentemente de las izquierdas de verdad (no las que hoy por hoy están en la escena pública, caracterizadas por la hipocresía), no es contrario a ser monárquico. Las connotaciones son demasiadas como para cerrar esa puerta.
8. ¿Es posible considerarse republicano y al mismo tiempo “juancarlista”?

No, porque una persona republicana siempre defenderá que sea el pueblo quien elija periódicamente a todos sus representantes públicos.
Me remito a la respuesta anterior. Además, en este punto me parece incluso arcaica la respuesta, puesto que pretende dar a entender, o al menos yo he entendido (en mi maldad infinita, claro está), que si se considera que este Rey lo hace bien, es que no eres republicano, o que si te cae bien, es que no lo eres. Creo que es extremista.
9. ¿Acumula el ciudadano Juan Carlos Borbón méritos especiales para su cargo?

No, aferrarse a un cargo medieval, cuya existencia impide que la ciudadanía pueda elegir a su máximo representante a través de elecciones periódicas, no parece precisamente un mérito especial. Por otro lado, su inexacta renuncia al ejercicio del poder, responde más a su interés particular por hallar una “salida desesperada que le permita conservar su estilo de vida”, que a un genuino compromiso con los valores de la democracia y el bien público. Quizá trataba de evitar que se reprodujera un escenario de libertad como el de Grecia. Y en cuanto a su relación con los sucesos acaecidos durante el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981… a ciencia cierta, nadie sabe nada. Por otro lado… ¿qué mérito podría justificar que se regale a una familia el mando supremo del ejército con carácter vitalicio y hereditario? Para recompensar hechos heroicos ya están las condecoraciones, premios y monumentos.
Si comparamos España con Grecia, ya vamos mal. Grecia ha sido condenada judicialmente a devolver a la Familia Real expulsada del país hace años todo lo que se les quitó. Según un estudio, si se hiciera eso de un golpe, la deuda nacional sería insalvable. Si nos ponemos a comparar situaciones, creo que, aún si fuera republicana, preferiría una monarquía a una deuda insalvable.

Por otra parte, el Rey no necesita ser Rey para mantenerse. Tiene una cualificación suficiente como para poder ejercer otras labores en organismos internacionales donde sí se le valora su experiencia y logros. De hecho, lo mismo es extensible al resto de la Familia Real, que están bien considerados en todo el mundo. Además, lo dicho, si liquidamos la monarquía, deberemos devolverle lo que nos dió (digo yo: si no, sería un robo), y con eso puede vivir sin dar golpe por los restos... durante decenas de años, él y su prole (como dice Jaume).
10. ¿Es posible que el ciudadano Juan Carlos Borbón sea republicano?

No, sería un contrasentido. Un monarca republicano, abdicaría de inmediato. Lo más seguro es que el ciudadano Juan Carlos Borbón crea en su causa, del mismo modo que el romano pontífice debe creer en la suya. Y por tanto, sería ilógico que alguien defendiera una causa y al mismo tiempo pudiera ser tomado por un defensor de la causa opuesta.
Gracias por reconocerlo. Ahora, vete y díselo a ZaPateroImage hosting by Photobucket. Los monárquicos ya lo sabíamos: el Rey cree en España.
11. ¿Lleva el ciudadano Juan Carlos Borbón una vida ejemplar?

No hay forma de saberlo, porque los medios de comunicación parecen actuar conducidos por la fantasía de la literatura infantil, cuando no del estilo periodístico que se ha dado en llamar “prensa rosa”, en lo relativo al máximo representante político del Estado. De todos modos, ¿qué tendrá que ver la conducta privada de un único ciudadano con la forma de gobierno su país?
Mucho. El Rey debe llevar una vida ejemplar, porque representa al Estado. Si el Rey de España fuera como la Familia Real de Reino Unido, o el Príncipe Alberto de Mónaco, sería la primera en pedir su eliminación.

Sobre la cuestión de si los medios de comunicación explican o no su vida como debieran, creo que es cuestión de ellos. Tampoco con ese oscurantismo hacen favores a la Familia Real: todos hemos oido historias donde se decía que el Rey ha tenido hijos y affaires con unas y con otras.

Por cierto: si no importa la vida privada del Rey, porque no representa a nadie, ¿a qué viene la queja por el oscurantismo mediático? Es una curiosidad.
12. ¿Es coherente el Título Segundo de la Constitución Española de 1978?

No, porque para empezar, contradice el primer apartado del Artículo 1, dado que la monarquía constituye la negación de la igualdad. También contradice el segundo apartado de ese mismo Artículo 1, puesto que si los poderes del Estado realmente emanaran del pueblo español, éste podría elegir a su Jefe de Estado, y eso no ocurre. Por otro lado, el Artículo 14 consagra la igualdad ante la Ley, garantizando la no discriminación, entre otros motivos, por razón de naci-miento, lo cual es contrario a la existencia de la monarquía. Además, el Artículo 22, en su quinto apartado, prohíbe las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar. Lo cual contradice la constitucionalidad del Título Segundo.
La Constitución reinterpretada. El Rey es igual que el resto de los españoles. Igual que el resto, desempeña un trabajo. O puede que peor. El Rey no tiene horarios, no puede decir a las 8 que se va a casa, porque si a las 9 tiene una cena, tiene que ir, y no tiene alternativa. El Rey tiene que cumplir las órdenes que le de el Gobierno, y si se le realiza una agenda donde se le tenga un mes viajando por el mundo, por mucho que a él no le apetezca, tendrá que hacerlo.

Además, el reducir sus viajes a mero turismo es desconocer las agendas de esas visitas: se reducen a avión, hotel, encuentro, hotel, avión, etc... Si alguien envidia eso, debo decirle que se lo piense bien. No es ningún chollo despertersarse cada día en un sitio, y tener que obedecer a otros cuando te obligan a entablar relaciones con unos países u otros, o con gente incluso con la que, si fuera por deseos, no querrías no rozarte.

Cuando se aprobó la Constitución, se aprobaron todos sus títulos, unos y otros. Al Rey se le reservan unos deberes incluso superiores a los del resto de los españoles: no tiene poder de opinión, y la emisión de una crítica pública respecto al Gobierno, por poner un ejemplo, supondría automáticamente una sanción y puede que la desaparición de la Institución.
13. ¿Es verdad que el ciudadano Juan Carlos Borbón es aficionado a las motos?

Quizá. ¿y? ¿Afecta eso a su capacidad para gobernar? ¿No gobierna? Entonces… ¿por qué no puedo elegir periódicamente a quien ostente la jefatura del Estado de mi país? El que una persona tenga predilección por el mundo del motor, o afición por las emisoras de radio de onda corta no revela más que su condición de ser humano. Incluso se presta al humor fácil, puesto que denota cierta necesidad de hacer algo serio después de una larga jornada de trabajo.
Mezclando churras con merinas. No se a qué viene Image hosting by Photobucket.


14. “Existen problemas más importantes que el de la monarquía”

Un edificio se construye empezando por los cimientos. Una sociedad, también. Todo el mundo sabe que la democracia es el poder del pueblo. Sin democracia, solo queda la arbitrariedad. El primer paso para que el pueblo resuelva sus problemas es no consentir que nadie decida por él, porque quien, más quien menos, todo el mundo barre para su casa, y la casa de todos es algo que solo todos pueden barrer. La dirección de un país moderno no puede estar en manos de un negocio familiar. Primero: democracia, después: todo lo demás.
Sí. Existen cosas muchísimo más importantes que la discusión sobre la Monarquía: una educación de calidad y competitiva, trabajos dignos, sobre todo para personal cualificado con estudios superiores (colectivo olvidado desde hace años), acceso a viviendas dignas, una sanidad sin listas de espera, etc... Creo que los cimientos que vemos son muy diferentes.

Cuando la educación se haya universalizado, y todos tengamos una preparación equitativa, o al menos mínima, podremos plantearnos una discusión de nivel sobre la monarquía y su conveniencia. Por el momento, todo se resume a tratar de convencer a unos y a otros alegando unos argumentos o los contrarios, y repito, hay prioridades.

Sobre la existencia o no de democracia... creo que teniendo en cuenta que cuando se vota, se vota un programa electoral, del cual se cumple la mínima parte. Y además, que hay regiones en España como el País Vasco donde las libertades individuales son para algunas personas inexistentes... creo que la discusión sobre lo que es la democracia también queda pendiente.
15. “No menciones el asunto de la monarquía, que tendrás problemas”

La existencia de conceptos tabú, ponen de manifiesto que algo les ocurre a las libertades públicas en nuestra sociedad. Desde posiciones de respeto, cualquier asunto debería ser abordable. Sin la amenaza de litigios inmorales, la condena mediática al ostracismo o el miedo al rechazo profesional (al estilo McCarthy).
¿Cuándo ha tenido problemas un republicano? ¿Se les encierra? ¿Se les fusila? Momento victimista. Yo he discutido con muchos republicanos, y jamás nos hemos pegado, ni han temido nada por criticar a la Monarquía. De hecho, personalmente agradezco saber qué argumentos se esgrimen en defensa de la República, no sólo porque conociéndolos, cada día me hago más monárquica (y más... y más...), sino porque además se demuestra que la sociedad ha avanzado lo suficiente como para poder criticar Instituciones como esa. Lo que se dice, es falso.
16. “Tenemos un buen rey”

A lo mejor sí, pero… ¿y el próximo? ¿es moral, o ético dejar un asunto de semejante importancia en manos del azar? Por otro lado, ¿es posible afirmar sin rubor, que la persona que ha vivido y trabajado codo a codo con un delincuente habitual (el militar golpista de 1936) sea la más idónea para representar hoy en día al pueblo español? ¿Alguien se imagina a la Cancillera alemana Merkel, viéndose obligada a despachar con un monarca elegido por El Innombrable? Quizá España sea diferente, pero sin duda, ésta es una diferencia a peor.
Si hablamos de moral, vamos a entrar en problemas. Es un concepto demasiado subjetivo.

Ha trabajado codo a codo con Franco, y también con todos los presidentes democráticos. También otros demócratas de postín trabajaron con Franco y nadie les tiene en el punto de mira (salvo a Fraga, claro está). De hecho, si Franco no hubiera designado al Rey como sucesor, puede que tras él, hubiéramos tenido otro dictador militar, o desde luego sin lugar a dudas, tras su muerte hubiera habido problemas, que gracias al Rey, no existieron.
17. “Felipe está muy preparado”

Mejor, así no tendrá problemas para reconducir su futuro profesional. No se trata de ir en contra de nadie en particular, sino muy al contrario, de ir a favor de la población en general. El principal problema de la familia real no es el derroche económico, ni las continuas ingerencias de un militar en los asuntos de la vida pública y la política exterior, ni su falta de legitimidad de origen… no, el principal problema de la institución monárquica es que su presencia colisiona con la existencia de un poder político elegido por el pueblo. Una de las salidas posibilistas, consistiría en comprometerse a mantener su tren de vida durante algún tiempo, pero solo previa abdicación definitiva a la Jefatura del Estado. Si el ciudadano Felipe Borbón desea involucrarse en política, debería renunciar a su carreta militar, fundar o solicitar militancia en un partido político legal, y a partir de ahí, convencer al pueblo, quien podría depositar su confianza, por algún tiempo.
No es que la monarquía colisione, sino simplemente que limita. Limita el poder electo por la simple razón de que España debe ser gobernada en conjunto, y no sólo en relación a quien nos ha votado y quien no. El que exista un poder permanente, ayuda a que un Gobierno tenga que consultar (y lo hacen) con el Rey ante ciertas cosas, y siendo el Rey de todos los españoles como es, su visión siempre será global, de conjunto, y no limitándose a territorios, o filiaciones políticas, como por ejemplo, en el caso actual, la del Gobierno Zapatero, a quien sólo le importan sus ideas e ignora repetidamente las ideas contrarias, cuando no las descalifica identificándolas con otras de las que están muy alejadas (gracias a Dios).

Por otra parte, el Príncipe Felipe tiene estudios universitarios, una preparación superior, prácticas en organismos internacionales y nacionales, así como conoce las exigencias de la labor diplomática y las limitaciones que supone. Eso, frente a Gobiernos donde nos encontramos con ministros que no han terminado el Bachillerato, o que han hecho FP, o que simplemente, no tienen curriculum laboral, sino simplemente político, no tiene precio.
18. “El rey lo es por designio divino”

Cualquier credo religioso es digno de todo respeto. No obstante, hablamos de la vida pública, de las instituciones del Estado. Por seriedad, por respeto a las diferentes concepciones y formas de entender la espiritualidad (o su ausencia), un país moderno no puede ser confesional, dicho sea de otro modo: ninguna religión puede condicionar la forma de gobierno que el pueblo de España decida otorgarse.
¿Estamos hablando del Rey de España de 2006, o del de 1492? Qué ganas de confundir a la gente y mezclar conceptos. Los poderes del Rey de España emanan de la Constitución, y punto, sin dar vueltas.

Y España es aconfesional, también según la Constitución. Ahora, negar nuestra herencia católica, es negar parte de nosotros mismos. De ahí nos vienen muchos de los problemas entre nosotros.
19. “La Constitución Española de 1978 es inmutable”

Una sociedad no es una piedra. España es hoy un país que poco tiene que ver con el que dejó tras de si la etapa del fascismo totalitario. La realidad mundial es otra. El grado de madurez de la ciudadanía, reclama para si lo que por simple reconocimiento democrático le corresponde en justicia: la libertad para decidir. La Constitución Española puede ser objeto de reforma, e incluso de completa derogación. Hoy, España precisa de profundos cambios que respondan a unas necesidades de organización territorial que los hechos se empeñan en definir como federales. La inserción de nuestro país en modelos supranacionales como la Unión Europea, el convencimiento en una mejor defensa del Medio Natural, la cuestión de adoptar fraternalmente a quienes llegan a nuestro país en busca de un mundo mejor, el inocultable espíritu pacifista, la búsqueda de la paz en el País Vasco, la asunción de un Estado culturalmente plurinacional, la plena igualdad de derechos de la ciudadanía y el respeto a las minorías, constituyen desafíos que superan ampliamente el ámbito de la vieja Carta Magna. Y de entre todos esos puntos el más evidente y vergonzoso, es el mantenimiento de una institución medieval en la cúspide de la jerarquía de un país, en 2006.
La Constitución española no es inmutable. De hecho, en el año 1992 ya hubo una reforma para aplicar las leyes de libertad de circulación de personas, donde se otorgó a los extranjeros que habitan en España la capacidad de votar a las elecciones locales.

El único requisito para cambiar la Constitución es que los españoles quieran hacerlo, personados en sus representantes políticos, de una manera mayoritariamente consensuada. Ese es el requisito que no se cumple. El resto es palabrería.
20. “Otros países tienen monarquía, y les va muy bien”

Hablamos de nosotros. Sociedades distintas tienen momentos distintos. Otros verán por si mismos qué quieren hacer, qué les dejan hacer, y cuándo deciden hacerlo. Los países extranjeros son independientes del nuestro. Si algo ha caracterizado los Siglos XIX y XX, ha sido la progresiva asunción del poder por el pueblo, en base a los principios ilustrados de los pensadores franceses, alemanes, rusos, ingleses y griegos clásicos, entre otros. De todos modos, incluso entre los países que conservan la monarquía como símbolo, su nivel de madurez democrática es mucho mayor que el de España. Nadie en Canadá ni en Australia consentiría que su ordenamiento jurídico concediera mando efectivo en su país, a la reina de los ingleses. Nadie en Japón permitiría que el emperador volviera a influir en su política de defensa. Monarcas absolutos con mando supremo sobre el ejército ya solo los encontramos en el Vaticano, Marruecos o los países de la península arábiga… y España, claro. De todos modos, si vamos a hacer un análisis serio, las razones por las que Holanda, Bélgica, Suiza, Reino Unido, Japón, Luxemburgo, Canadá, Australia, Dinamarca o Noruega gozan de sistemas democráticos más avanzados y mejor calidad de vida que las de España, no tienen su explicación en la monarquía, sino en otros factores, el principal de los cuales proviene de su grado de libertad en las anteriores siete décadas, en comparación con nuestro país. Además, se hace difícil encontrar un país en el que, como en España, el ejército se haya visto obligado tantas veces a adoptar un papel represor contra su propia sociedad civil. Dicen que el diablo cuando se aburre mata moscas… al ejército español, una vez perdidas todas las colonias, se utilizó para reprimir protestas sindicales, destruir el gobierno legítimo, prohibir lenguas y culturas autóctonas y atemorizar a al oposición.
Sí, y para auxiliar en casos de desastres naturales, para defender enclaves en caso de amenaza terrorista, para acudir a países en conflicto en las misiones de paz, o misiones humanitarias, etc. Resumir el papel del Ejército a una simple capacidad represora es, de nuevo, falsear la realidad.

Además, si por un lado, se dice que lo que importa es la realidad de España, no caben ejemplos, como ha apuntado. La realidad de España es que es monárquica, a día de hoy. Veremos mañana.
21. “La Segunda República fue un caos”

Sí, sobretodo teniendo en cuenta que tuvo que lidiar con los constantes embates destructivos provenientes del nacional catolicismo de la ultra derecha, que finalmente, cansada de perder elecciones y no poder imponer su voluntad como antaño, optó por dar un Golpe de Estado, provocando la Guerra Civil Española. La Segunda República constituyó una decidida apuesta de la mayoría de la sociedad española en busca de un futuro de libertad, justicia, progreso, laicismo, igualdad, federalismo, fraternidad, pacifismo… que se duró poco, apenas un lustro, porque ciertos poderes fácticos no podían tolerar que un país como España completara satisfactoriamente una experiencia cívica como la que se desprende de la Constitución de la Republica Española, de 1931, que planteaba el respeto a las culturas, la separación de poderes, la emancipación de la mujer, la defensa de las clases desfavorecidas, el multipartidismo… demasiado bien, en muy poco tiempo. ¿Y porque se repite tanto entonces, que la República era el Mal, que se mataban sacerdotes, etc.? Muy sencillo: los partidos conservadores españoles hace setenta años que demonizan la República, en la esperanza de que ésta no vuelva jamás, y así poder conservar los privilegios que les ofrecen los sistemas arbitrarios como el totalitarismo o la monarquía. ¿No es cierto? Si no temieran la libertad, no la atacarían con tanto interés. Quien ataca la existencia de unas elecciones libres… ¿qué teme de ellas? ¿el resultado? No es una cuestión baladí: hablamos de que toda persona que tenga menos de 80 años, se ha formado en un ambiente en el que se le repetía una y mil veces que la República es el mal. Y en cuanto a la muerte de sacerdotes… “papá Estado” hizo algo peor que quitarles la vida: les redujo las inexplicables subvenciones públicas.
Es una visión tan sumamente sectaria de la República, que se descalifica a sí misma. Lo cierto es que la República impuso censura, amparó la destrucción de elementos religiosos e incluso el asesinato de clérigos y monjas, realizó una reforma agraria arbitraria, se apropió de bienes personales de opositores, e impuso una censura mediática (bueno, lo cierto es que sólo lo intentó, ya que no fueron capaces de callar todas las voces críticas).

Además, es falso que la República fuera una batalla entre monárquicos y republicanos, puesto que la República se instauró con los votos de todos, conservadores y no conservadores, que entre sí se pasaron esos años matándose (hay cientos de pruebas de asesinatos de falangistas, anarquistas, socialistas, etc. a manos de contrarios) y peleándose. Añadiendo que la inestabilidad venía ya de la declaración de independencia de Cataluña en el año 1934, dato que a menudo se olvida y que provocó una situación de inestabilidad innegable, por no hablar de la prohibición de la Falange y las leyes contra la religión que se quisieron aplicar en el año 1936.

En absoluto voy a defender un golpe de Estado como el que se dió por los generales ese año, pero lo cierto es que la II República no fue el período de paz y prosperidad que se nos intenta transmitir. El revisionismo está mal, venga de donde venga.
22. “La República es cosa de separatistas”

No, lo único que quieren separar los republicanos son los poderes del Estado, en interés general, y para garantizar el auto control y la transparencia, reducir el despotismo y dignificar la clase política. Lo primero es conceder al pueblo la capacidad para organizarse y decidir, y luego, lo que haya que ver ya se verá, naturalmente, se verá en las urnas y en los parlamentos, y jamás de otro modo.
Estoy de acuerdo, no es cosa de separatistas, sino de un reducido grupo de gente que defiende las cosas que se defienden en este texto. Simplemente.

Llamar despotismo a una institución democrática como la Monarquía es excesivamente pretencioso. Pero en fin.
23. “George W. Bush es republicano”

Sí, pero no es lo que parece: en efecto, el presidente de los Estados Unidos de América, es republicano, como el presidente de Francia, es decir, son jefes de Estado elegidos por el pueblo, por un período determinado, a través de elecciones libres. Pero el presidente americano es republicano presidencialista, lo que significa que los sistemas de control y las prerrogativas de su cargo no son precisamente las descritas por los ilustrados franceses del Siglo XVIII. Además, está la coincidencia de que el partido de George W. Bush, se llame Partido Republicano, de ideología es muy conservadora, en contraposición con el otro gran partido estadounidense, el Partido Demócrata, que es de derechas. Nuevamente cabe señalar: el extranjero es el extranjero, y España, es España.
Volvemos a la contraposición: pongo ejemplos, pero no importan, porque España es España.

Pongamos otros ejemplos: actualmente, en Portugal se encuentran con que el Presidente de la República será de un partido de centro-derecha, y el del Gobierno es socialista. En Francia, ha pasado lo mismo, presentándose casos en los que los jefes de Estado y de Gobierno eran de partidos opuestos. La situación que se prevé ante esto, es de inestabilidad manifiesta, debido a que cada uno aplicará programas electorales por separado, y es complicado que lleguen a acuerdos, al mantener posiciones ideológicas prácticamente opuestas.

Si ésto ocurriera en España, supondría una situación de crisis constante, y más conociendo las posiciones contrarias (muy contrarias), de los principales partidos de la nación, los socialistas y los populares.

Me sigo quedano con la Monarquía.
24. “La República es un sueño utópico”

No, con esfuerzo, razón y paz, todo se puede defender, y todo se puede conseguir. Partiendo con un espíritu derrotista, jamás se habrían conseguido logros tan grandes para la Humanidad, como la abolición de la esclavitud, la equiparación de derechos entre la mujer y el hombre, el sistema de la Seguridad Social, la seguridad jurídica, la no discriminación racial, y un largo etcétera.
Claro. Y un largo etcétera donde también se incluyen cuestiones negativas. El problema está en si la República es o no beneficiosa para España, y eso es discutible. No creo que sea utópico, simplemente creo que es negativo.
25. “La República es cosa de comunistas, masones y anticlericales”

No, por definición, la República es cosa de todas y todos. Es cierto, que al principio había cierta tendencia a identificar los valores de la República (igualdad, libertad, fraternidad), con idearios comunistas… pero, con ser cierto en parte, esta es una afirmación tendenciosa. También se ha confundido la defensa del laicismo con el anticlericalismo, lo cual es otro error: una cosa es defender que el Estado no debe estar mezclado con la jerarquía de ninguna religión, ni la católica, ni el Islam, ni ninguna otra, y otra cosa muy distinta, es pretender que los demócratas vayan a atacar a los profesionales de algún culto. Precisamente, garantizar la libertad de culto es uno de los principios de la República, y por eso, el no identificar al Estado con ésta o aquella religión, lo que hace es ser una muestra de respeto hacia quienes profesen credos minoritarios. Sobre la masonería… para que lo entienda cualquier profano, se trata de una asociación de amistad, que defiende valores de respeto y ayuda mutua, y entre sus normas está el no inmiscuirse en asuntos políticos ni religiosos, amén de promover la igualdad entre personas libres y fraternas. Sin profundizar más… una organización así (que además no es cierto que sea secreta), en modo alguno puede resultar dañina para el interés general.
Garantizar la libertad de culto, y República, en el caso de la última que hubo en España, no fueron unidos. Se luchó activamente contra la Iglesia, y se trató de arrinconar a sus representantes.

Sobre la masonería, habría mucho de qué hablar. Presenta la parte bonita, pero no la negativa, sobre el oscurantismo, los secretos, las implicaciones en conflictos internacionales, la influcencia en organismos nacionales e internacionales, las ansias de poder, y aunque lo niegue, la lucha contra la Iglesia. La masonería trata de sustituir los valores religiosos por los masónicos, y no son precisamente la igualdad, franternidad y libertad, ya que dentro de la misma organización, la clasificación es muy clara y evidente en grados. Eso es poco igualitario. Pero simplemente, una organización tan oscura, me inspira un total rechazo.
26. “Los republicanos provocaron la Guerra Civil”

No, la guerra la hicieron quienes tenían armas y las utilizaron en contra de las instituciones electas por el pueblo al que precisamente habían jurado defender. Es muy grave mentir en algo tan básico y fácil de comprobar. El revisionismo histórico movido por intereses políticos, es algo que avergüenza al más pintado.
La Guerra Civil la provocaron unos radicales de todas las ideologías que hicieron del clima de España algo insoportable, sin más. No creo que fueran ni los unos, ni los otros. Se tensó una cuerda hasta que unos generales se levantaron contra el poder.

Toda la razón en lo del revisionismo histórico. Y repito, las muertes habidas durante la república de uno y otro lado son constatables en archivos, periódicos, etc. En el de Salamanca, por ejemplo, hay documentos muy interesantes.
27. “Los republicanos pretenden destruir España”

No, todo lo contrario. Los republicanos (y las republicanas), lo único que persiguen es que todos los cargos públicos de España sean elegidos en las urnas.
No destruirla, pero sí hacerla como ellos quieren, y no permitir que España evolucione al paso que sea. Si España tiene que ser monárquica o republicana, lo elegirá España, y no un grupo minoritario que defiende unas posiciones fundamentadas en muchos casos en premisas falsas.
28. “Los republicanos quieren matar al rey”

No, en la Francia del Siglo XVIII, quizá, pero hoy en día, aquí, en España, lo único que deseamos los republicanos es que el ciudadano Juan Carlos Borbón se dedique a otra cosa, que tenga un trabajo como cualquier otro español, y que no entorpezca la vida de las instituciones públicas del Estado, al frente de cuya dirección deben colocarse personas elegidas en las urnas, por períodos razonables, y en situación de recíproco control y supervisión. No hay que matar a nadie, eso sería violento, y a los republicanos modernos nos repugna el recurso a la violencia como instrumento para conseguir medios políticos. Simplemente, deseamos que la ciudadanía de España no sea objeto de herencia familiar, como si de ganado se tratara. Estamos en enero de 2006, nuestro país posee la octava mayor economía del planeta (este año el Producto Interior Bruto español ha superado al canadiense). Nadie quiere matar a nadie. Todo lo contrario, perseguimos la plena legitimidad democrática del país.
Menos mal que avisan. Por cierto, que está bien que reconozca que el origen del republicanismo mundial está en el asesinato de los reyes como medida de asunción del poder. Casos como Francia o Rusia son claros ejemplos.

Personalmente, no sería capaz de defender una forma de Gobierno que históricamente, ha recurrido siempre a la sangre como medio de instauración, y al revanchismo como primeras medidas, pasando por la cancelación de toda oposición e incluso de libertades.

Si las poblaciones, per se, desean derrocar una monarquía, en la actualidad tienen las suficientes armas legales como para hacerlo. No ha lugar a comparaciones, en mi opinión.
29. “Los republicanos se mueven por odio, revanchismo y envidia”

No, ni siquiera debería ser necesario explicarlo: no hay odio, sino concordia; no hay revanchismo, porque no hay reos ni objetivos personales, y envidia… solo envidiamos las cotas de madurez democrática de la que otros países hacen gala, de la que la propia España hizo gala en el pasado… en pleno 2006, las repu-blicanas y los republicanos españoles, solo envidiamos nuestro futuro.
Yo también envidio las cotas de madurez de países más avanzados, como Dinamarca, Holanda, Noruega, Suecia, etc., donde la existencia de la Monarquía es posterior a la de la monarquía española, y en cambio la defensa de su poder es muchísimo mayor. Si nos ponemos ejemplos, los hay en todas direcciones.

Los monárquicos y monárquicas españoles y españolas, también envidiamos, sólo, nuestro futuro.
30. “Con la República desaparecerían los valores culturales de España”

No, muy al contrario, con la República, se enriquecerán los valores tradicionales de los pueblos de España, con lo mejor de la filosofía política elaborado por el resto del planeta a lo largo de toda la Historia. Bien conocido es el fragmento que el filme español “La lengua de las mariposas” instaló para siempre en nuestra memoria: “con solo una generación de españoles educados en los valores de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, la semilla de la República habrá germinado, y ya nunca será posible volver a los tiempos de la oscuridad”.
Los tiempos de la oscuridad se identifican en razón de las ideologías de cada cual, con lo cual, si se pretende defender España, no se puede defender una República como forma suprema de Gobierno, o la mejor, en síntesis, si hay gente que siendo igual de española, defiende lo contrario, como es mi caso.

Para empezar a implantar los valores de respeto en España, debemos partir de respetar a los que no opinan como nosotros. Igual que yo respeto que haya republicanos, considero que me deberían tener el mismo respeto.

Decir que la formación de una generación en valores de libertad, igualdad y fraternidad es formar a la República es bastante negativo. Hay que formar a las generaciones en valores de libertad, pero de libertad completa, de voto, de pensamiento, de palabra, de obra, de religión, etc. No se puede formar a la gente hacia una República, o hacia una Monarquía. Hay que darles las armas intelectuales necesarias para que por sí mismos, decidan qué es lo que les parece más justo, y la elección puede ser cualquiera de las dos, e incluso quién sabe si hubiera una tercera vía entre ambas.

Simplemente, ¡Viva el Rey!

2 Comentarios:

austriacista.blogspot.com
Comentado por Anonymous Anónimo, jueves, enero 26, 2006 5:30:00 p. m.  
Hola, Austracista.

No se si querías comentar algo, o sólo llevarme a tu blog, pero sea como sea, gracias por tu respuesta.

Espero que pronto desarrolles más lo que defiendes y podamos establecer una discusión, si te apetece, sobre los Austrias Vs. los Borbones, y sobre la Monarquía en general.

Un saludo

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