Tierra de Hombres

22 enero, 2006

Cataluña sigue siendo España, a pesar de algunos

En el ABC de hoy sale una encuesta, donde se demuestra que el resto de los españoles se sienten dolidos con los políticos catalanes, tras los pasos que se han estado dando estos últimos tiempos donde se defiende que Cataluña es una nación, que debe tratar a España de tú a tú, y prácticamente, con la elaboración de un Estatuto que, digan lo que digan, es un tratado de libre asociación con España, aunque le hayan puesto un buen maquillaje.
Seis de cada diez españoles creen que el Estatuto provoca un alejamiento afectivo hacia Cataluña
Uno de cada diez consultados admite que hizo sus compras navideñas influido por el boicot a productos catalanes y, de ellos, la mayoría es votante del PP
ABC

MADRID. La gestión y tramitación del proyecto de Estatuto de Cataluña está generando un deterioro de la convivencia, según refleja el sondeo de Metroscopia para ABC, ya que seis de cada diez ciudadanos creen que ese proceso político ha provocado un «distanciamiento afectivo» entre los catalanes y el resto de los españoles, frente al 35 por ciento que cree que «se mantiene la misma relación». Aunque esa opinión está especialmente extendida entre los votantes del Partido Popular (77 por ciento) y entre los residentes en Madrid (71 por ciento), también la mayoría de los que viven en Cataluña (53 por ciento) y de los votantes del PSOE (53 por ciento) perciben ese alejamiento.

Igualmente significativo es el impacto sociológico del «boicot» a los productos catalanes en la temporada navideña, ya que un 11 por ciento del total de los consultados reconoce que «ha comprado o dejado de comprar algún producto» en función de si estaba fabricado o producido en un lugar u otro de España. La influencia de esas consignas asciende al 20 por ciento entre los encuestados residentes en Madrid y al 22 por ciento entre los votantes del Partido Popular, y se reduce a tres de cada cien entre quienes viven en Cataluña.

Sin embargo, no hay en la opinión pública una sensación generalizada de que José Luis Rodríguez Zapatero esté buscando con el nuevo Estatuto de Cataluña un modelo que después se pueda aplicar al País Vasco. Un 47 por ciento considera que «sus estrategias y objetivos para el caso catalán y el caso vasco son distintos y no guardan relación entre sí, frente a un 30 por ciento que sí aprecia ese vínculo. Entre los votantes del PP hay un empate entre los que aprecian que existe esa posible relación (39 por ciento) y los que no (40 por ciento), mientras que los del PSOE (55 por ciento) se decantan más claramente por la independencia de los dos procesos. En esta pregunta es significativo el porcentaje de indecisos. El 23 por ciento alega que no contesta por falta de información.
Cataluña será "nación" en el preámbulo, amparando el hecho en la falsedad de que el preámbulo no tiene capacidad legislativa o normativa. Es mentira. El preámbulo de una ley o documento legal no es sino la síntesis del conjunto de la ley. Si en el preámbulo pone que Cataluña es una "nación", de facto se está dando legitimidad a esa idea indemostrada de que Cataluña es diferente que el resto de España.

Mucha palabrería de la diversidad de España, pero esa diversidad, por lo visto, debe basarse en la asimetría. Jamás seremos iguales los españoles, salvo en un papel mojado como la Constitución. Y digo papel mojado no porque yo no la tenga en cuenta, que por gracia o desgracia sí que lo hago, sino porque quien debe cumplirla no lo hace.

El término "nación", aplicado a una región española, es incompatible con una Constitución que lo reserva para el conjunto de España. Para poder hacerlos compatibles, debería cambiarse la Constitución, y dar un hueco a puertas falsas o salidas como "nación de naciones", o "nación de nacionalidades".... o chorradas por el estilo. Pero sea como sea, la parida está nacida, recientemente. Anoche, tras 6 horas de dura negociación, el Estatuto vió la luz. Debió ser un parto doloroso, pero los parturientos no gritaron demasiado, sino más bien al contrario. Eso sí, la epidural que se la pongan a la población, porque es quien va a sentir las contracciones de la falta de libertad.

Una lectura política: supuestamente, el aliado del Gobierno es IRC (Izquierda Republicana de Cataluña), pero hete aquí que con quienes han negociado los socialistas, o más bien, Zapatero (que por mucho que disimule, es el que ha liado el mondongo), es con CyU. Casualidades, justo enmarcadas en un momento en el que se asegura que el PSOE trata de acercarse a éstos últimos, porque son conscientes de que su alianza con los radicales republicanos no hace sino restarles votos.

Además, quien sale vencedor de todo esto, sin lugar a dudas, es CyU: eran reticentes a la negociación, pero finalmente participaron, bajo el lema "lo hacemos por Cataluña, pero no tenemos muchas esperanzas puestas en éste Estatuto", o algo así. Después, se han seguido mostrando lejanos del PSOE y más aún de IRC, con lo que si el Estatuto salía mal, ganaban, pero si salía bien, habían participado. Y ahora, después de amenazar durante estos últimos tiempos con retirar el Estatuto y decir que no vale para nada y no se qué, resulta que van y lo sacan ellos, CyU ha sido el gran triunfador y el que va a firmar el final del problema.

Mientras, una vez más si cabe, se demuestra que IRC de política no tiene la menor idea, y que lo único que saben es amenazar y chantajear al PSOE y al resto de partidos. Si tuvieran una mínima idea del funcionamiento efectivo del juego político, sabrían que jamás hay que hacer aseveraciones, y menos aún posicionarse en extremos, sino más bien siempre reticente, como ha hecho el vencedor convergente. Creo que IRC deberá aprender la lección, y espero que esta se les de en las urnas el próximo año.

El referéndum de aprobación por parte de la población se hará en otoño, según Durán Lérida. Creo que será una toma de temperatura ideal para saber si la España de las personas está unida y queremos lo mismo, o si por el contrario, se demuestra que en Cataluña van por libre y prefieren mirar por ellos a tener en cuenta el conjunto.

Sea como sea, el PSOE ha metido más aún la pata, y van N veces, al primar un acuerdo "sea como sea, lo antes posible", antes de hacer un buen Estatuto. Es vergonzante que hayan tratado el Estatuto como si no significara nada. Sí que significa. Significa reconocer que Cataluña es tan importante como España, y el resto son menos importantes. Significa darle a Cataluña la capacidad de seguir ahogando a todo hispanohablante, aunque lo sigan negando. Tantas voces repitiendo lo mismo es difícil que mientan. Pero ellos lo niegan, porque es lo suyo, negar los radicalismos.

Significa, al fin, que Cataluña ha emprendido un camino paralelo al del resto de españoles. Pueden negarlo, pero no esconderlo. Empieza la desmembración.

1 Comentarios:

España no será desmembrada.

Muchos estamos dispuestos a impedirlo.
Comentado por Anonymous Anónimo, domingo, enero 22, 2006 6:58:00 p. m.  

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